El restaurante

Adelaida y Koldo (madre e hijo, empresa familiar) asesorados por el arquitecto Pedro Gálligo Estévez, inauguraron este espacio en 1997 respetando sus clásicos muros de ladrillo rojo y sus columnas de hierro forjado. Una decoración esencial a base de materiales nobles, como la madera y la piedra, que recrean un ambiente que evoca el calor de los clásicos Asadores y Sidrerías Vascas. Un espacio acogedor en el que la música (tenemos un piano), la pintura (con cuadros pintados por artistas que también son clientes) y las fotografías en blanco y negro con distintas temáticas del País Vasco, sirven para crear un adecuado ambiente en el que las diferentes expresiones artísticas y el arte del buen comer se asocian para crear un lugar de encuentro agradable y un espacio abierto en el que poder disfrutar y compartir un tiempo de placer y de relax alrededor de una buena mesa.